Nocturno Secreto

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Ven...

Pienso en tu aura nocturna
apegada a mi apagado corazón
y entonces gime la luna
el brillo que me retorna amor.
Gime el azul sentimiento
que llora cada caricia tuya
y como acuarela en el viento
dibujo tu suave piel de duna
hasta soñar ser emoción.
Y cada pestaña de tu mirada
aletea tu destello en mi alma
y cada pétalo de tus labios
prende un beso en flor.

domingo, 10 de diciembre de 2017

La muerte se siente cerca cuando estás lejos....

Hay una erosión en mi mirada
la piel se desliza sin juventud
la atmósfera del alma desgasta.
Hay una nausea de voluntad
que me ahoga en esclavitud
hay una nausea que me traga.
Vomita la poesía mi libertad
vomita la vida mi decrepitud,
de la esencia no quedó nada.
He muerto en cada rabia
en el ardor de arañar nostalgia
en sangrar odio y llorar lava.
Muero para nacer a la nada
para rezar al altar de piedra
y endurecer cada lágrima.
Soy el reclamo que se acaba
la corteza de un muro de hiedra
hojas que desprenden belleza seca.
Hojas que son poesía
cuando el viento deshoja,
cuando el otoño es la profecía
de un mundo que se despoja.
Un mundo que jamás será utopía.
Hay un viento que te sueña
arrastra las olas de mi inocencia,
sopla las horas de mi existencia.
La poesía es el tiempo
el poema mi memoria.
La vida, la soledad del viento.
El frío vacío que siento
la tristeza que me demora…

martes, 14 de noviembre de 2017

Tercera parte del poema narrativo "Alegoría"

http://nocturnosecreto.blogspot.com.es/p/alegoria.html


III
Aquella noche, envuelta en la noche,
que aprisionaba su vida en la celda.
Cuando las lágrimas de las estalactitas
goteaban tímidas su profunda tristeza.
Sus pesados párpados cerraron su vista
y el sopor del sueño holgó su cabeza…
He despertado a lo fútil de la materia
Susurraba dormida su conciencia…
a la gran podredumbre de la gran tierra.
He despertado rendido del largo letargo
y harto, me encamino a rendir mi guerra.
Armado del flexible ingenio de mi arco
y de la virtud certera de cada flecha.
Y mientras él, nacido del frío mármol
pero criado en materia de natural barro,
soñaba con la sombra de su grandeza.
Mientras su luz proyectaba oscuridad
en la penumbra de su conciencia.
Otra luz menos pura que la felicidad
y menos oscura que la turbia tristeza,
bañó aquel alma del calor más extraño
llenando su ser de compañía y soledad.
Así sucedió, tal como siente un poeta,
acurrucada su alma, nacida sin cuna,
que en la profunda noche de su pena
su nostalgia besó el aura de la luna.
Despierta de la vanidad de tu sueño
que soñar en esta noche espesa
es engañar con soledad a la tristeza.
Cuantos alzan su mirada al cielo,
bajo la sombra de este opaco techo.
Cuantos como tú hunden su mirada,
igual que hiere la mortal espada,
hiriendo su ánimo de dolor ciego.
Cuantos sangran sin rasgar el velo…
Así su brillo sollozó en palabras
la radiante musa de blanco nácar.
Sus ojos eran grises como perlas
bajo el negro océano de niebla.
Su pelo azabache y su mirada alma.
Grácil su bella figura de hada.
Habitas en el abismo de la caverna
abismo de silencio y abismo de piedra.
Despierta de la vanidad de tu sueño,
despierta de esta noche de tristeza.
Recoge, aprende a tensar tu arco
 y alcanza con fluidez tus flechas.
“Sé en la agudeza certero,
 claro en la dirección del disparo,
sangre en el corazón del sentimiento”
Para que te brinde Apolo el milagro
de su mayor reconocimiento.
Alma de vida, espejo de barro.
Tú, nacido del frío mármol,
criado en materia de tiempo.

jueves, 9 de noviembre de 2017

El hogar

Esa mezcla de ensoñaciones
abrazándome en cada sollozo.
Donde menos pesa la nostalgia.
El espacio que da cobijo a la calidez
y resguarda tiempo para el alma.

La libertad que encuentra quien busca la paz.
El amor protegiendo al desamparado
sin la vergüenza de vivir sin refugio por refugiado.

Vivir al amparo de un cielo de felicidad
y no de una tierra quebrada y muerta de hambre.
No de un cielo que llueva sequía, guerra o tristeza
e inunde el mundo de enfermedad.
Sino vivir al amparo de la humanidad.

Trazar un mapa de sendas en lugar de fronteras
y recorrer con libertad el relieve de nuestra tierra.

Es la tranquilidad, la felicidad y la esperanza.
Un hogar… para crecer y poder envejecer…
Sorprender a la muerte con una vida ganada.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Retazos

Escribir es mi droga que me hace olvidar pero te digo que el resto es la soga y sigo en esto, en un río que llega hasta el mar y me ahoga.

Camino perdido por el sendero de lo sincero.
Humano herido que se esfuerza por ser honrado
y al final solo hay piedras que me lapidan
y obligan a seguir el camino desterrado.

Escribo mis más sinceros versos
frutos del árbol de mi sentimiento
que fluyen cual savia de mi pensamiento
y nutren de nostalgia las hojas de mis recuerdos.

Amargo amor de otoño que mis sueños irradia
y en la noche de mi subconsciente mi alma empaña.

Independiente esclavo del presente,
imprudente con mis realidades,
ignorante del edén de mis ideales.

Sin conocimiento ni conciencia
el tiempo ha cortado el tallo de mi memoria,
me ha nublado la fría sombra
que envuelve de soledad la verdad de la existencia.

Mi suerte quizás se perdió a los trece.
Mundo tuerto por eterno tiempo envejece
y asustado margina el ingenio al genio que decrece.

Así crezco preso de mi miedo intruso
y abuso de mi sueño de artista astuto.

Problemático, siendo táctico ante los demás.
Escribiendo versos temáticos al ritmo del compás
de la vida.

Canalicé mi ira tanto que ahora estallo cuando callo.
Admiré el mundo desde mi cima
hasta que me cegó un relámpago.
Y ciego, del destello de su claridad
recuperé el contacto con la realidad.

Me baso en el ocaso de mi raso paso,
en ese astro tumbado por el fracaso.
En sentirme tan distinto al resto de la sociedad
que termina mi yo sintiendo envidia de mi ser espiritual…

No me asusta tanto este silencio al que mi destino me encadena, como ese frío abismo que al criminal condena.

martes, 3 de octubre de 2017

La sangre de la palabra

Y sellaría el pacto
de no ser inmortal
si con ello soy recordado.
Impregnaría mi sangre
con el vapor de la tinta
y firmaría el pecado.
Marcaría una honda huella
un narciso
con el aroma de mi ausencia.
Fiel al dolor humano
desleal al milagro...
Cometería el crimen de purificar
la soledad de mi alma.
De trascender el límite
ser inmortal,
la sangre de la palabra.
El alado olvidado
la voz del diablo.
Marchitaría la oscuridad
incendiando con odio la luz.
Crearía un manto de ceniza,
estatuas sin mirada
de materia perdida.
Un cementerio pagano.
Y sellaría el pacto…
En esta vida la inmortalidad
es un eterno final en cada acto.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Poema

Este es un poema sin poesía
sin tristeza, ni alma
sin dolor, ni lágrima.
Es un poema más entre la vida
tan errática como improvisada
tan falaz como nuestra alegría.
Hay un vacío dentro de mi interior
la ceniza sepultó la arena
y la arena secó cada emoción.
Este es un poema sin arte
un cúmulo de versos sin magia.
No logro, no siento el milagro,
el don de obrar, escribir,
imaginar cada sentimiento
que broncea la esencia
como maquilla la realidad
cada palabra.
Estoy harto, y cada instante
es un goteo de desesperación.
Estoy harto.
Mi alma se vende
sin siquiera abandonarme,
sin permitirme ser inmortal a cambio,
sino despojándome al limbo amargo.
Es tan inútil seguir siquiera intentándolo,
persistir en vivir solo para destruir
y así imitar cada poema, canción o cuadro
y nunca, nunca olvidar ser olvidado.
Daría mi vida por oír recitar tu voz
por despertar de una pesadilla a tu lado.
Por sincerarme
y expresar mi personalidad sin timidez.
Por oxidar la cadena que me reprime
y dejar de ser el fantasma
que en la mazmorra de la nada habite.

martes, 26 de septiembre de 2017

Bebí soledad de la fuente de la vida

Sigo llorando esa soledad
que separa el mar del cielo.
Sigo rozando ese horizonte
que dibuja los versos que velo.
Soy preso de la hundida libertad
ahogada en olas que esconde
el sol reflejado en el océano.

Sueña esta estrella con el firmamento
esa radiante belleza que brilla azul sentimiento.

Sigo esperando loco
ese haz de luna
que ilumina solo
promesas de mi cuna.

Sigo llorando tu presencia
ahogado en mi escasez creativa
sin tinta que describa
los hilos de tu esencia.

Sigo en mi reino melancolía
henchido en estupor emblemático.
Arañando nostalgias del mediodía,
persiguiendo al dolor estático
frente al vértigo de lo apático.
Sumergido en mi tácita poesía.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Taciturno poema

No se asesinar la voz de mi demonio
si resucita en la oscuridad del silencio.
El mundo es ese todo que asfixia el ego,
la nada que mi ansiedad refleja en el espejo.
Y lloraría si llorar fuera verter odio
si la sal no escociese tanto cuando lloro.
Pero me margino a no imaginar tu decoro
a sangrar sangre y no sentimiento
a ser el oasis, la soledad en el desierto.
Pero al final lloro. Lágrimas por mi oprobio
y la sal no cicatriza la herida de este mar.
Navega el alma por el reflejo del cielo
creyendo rozar la libertad de lo inmenso,
sin siquiera su amatista tristeza cristalizar.
No se reconciliarme y volver a puerto,
no se morir, solo vivir en un mar muerto.
Me sincero en el abismo de lo incierto
en el vértigo del delirio de ver mi adentro.
Me sincero, preso del demonio azar,
esclavo de mi mudez, de un trono sin Zar.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Me pierdo por no encontrarte

Busco expresar para escribirte
decirte aquello que no consigo decirte.
Anhelo desnudar mi alma
y así poder arropar tu carne
siendo la piel que con caricias
deslice el tacto de tu piel suave.
Busco encontrarme al encontrarte
busco dibujar tu cuerpo al rozarte.
Tratar de no perderme,
ahora que no logro mirarte.
Intento desnudar mi alma
y así poder arroparme.
Desnudar mi alma,
desvestirla de soñar expresarte.
Pero me pierdo en cada sombra
en cada timidez y sentimiento,
en esta ansiedad que la ansiedad desborda.
Y me pierdo en el dolor que siento
en este hondo pozo de mi adentro.
En esta soledad que mi vacío asombra.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Lo siento...

Me descarrié del camino
buscando el tacto de tu sentido
persiguiendo recorrer tu piel
hasta encontrarme en tu cariño.
Me distraje con tu bella tez
me perdí en el infinito
y ahora no siento el final de mi latido.
Me desnudé al amparo de tu abrigo
tiritando infeliz el eco
del latido que no alcanzo pero anhelo.
Me enamoré de tu hermosura
de tu tristeza e inteligencia tan pura.
De ese cielo de sentimiento
que al verte bebo
y preso el ego ahogado en verbo
de mi boca expreso el deseo de tu beso y aliento.
Te idealicé en el fuego que arde mi pasión
y al final me abrasé en el delirio.
Pero lo hice…
Porque solo así me deshice de la fría emoción
y pude quemarme con el alivio,
de sentir la ilusión de sentir tu corazón.
Pero por favor lo siento…
Jamás quise de este ideal
un trágico final tibio.
Mas es tarde y lo siento…
Ya no hay instante sin arrepentimiento.  

jueves, 7 de septiembre de 2017

El Abismo del Espejo

El espejo reflejaba la oscuridad de su existencia. El mismo vacío, la misma nada, la única huella que proyectaba en nuestras almas su ausencia. Su enjuto y pálido rostro demacrado por sus ojeras, parecía reblandecerse en la debilidad de su tristeza. Su espíritu se rendía al temor de reflejarse en aquel espejo y asustado se cegaba tratando de penetrar en aquella inerte y cristalizada conciencia. Aquel espejo en que se miraba parecía reflejar la noche como niebla de su alma. Parecía expresarle su mirada más sincera, su sentimiento más profundo, incluso, su pensamiento más secreto. Y veía, ahondando en su opaca oscuridad, la claridad del misterio.
Su latido se aceleró con estremecida fuerza y su pulso temblaba agitado como su cuerpo, mientras se contemplaba en ese ideal que nublaba su mente. Hasta que se abandonó a mirarlo con devota admiración. Casi sentía acariciar la intensidad de su propia mirada sobre la superficie del cristal. Casi, la afilada oscuridad, le cortaba las yemas de los dedos cuando rozaba aquel frío espejo. Entonces sintió desmayarse su íntima esencia. Y no evitó aterrarse ante el escalofrío que le recorrió el cuerpo. Sin embargo aquel escalofrío, sentía, le había devuelto el contacto con la realidad. El espejo se encendió en la imagen de su cuarto igual que se había encendido su habitación a su alrededor, una vez tomado conciencia de ello. Sin embargo él temblaba, esta vez, como un impulso del reflejo de aquel espejo mezclado con su miedo. Igual que la invisible sombra de un pensamiento. Seguramente un eco, una ficción… o un espejo. Esas eran las extrañas sensaciones, las complicadas certezas que intuía, su real presentimiento. Decidió olvidarse de aquel espejo. Debía olvidarse, olvidarse por completo…
No obstante se atrevió a mirar una vez más, solo un instante, un fugaz segundo de inquieta curiosidad. Por suerte todo resultó ser normal. Y sin embargo ahí permanecía él, allí, justo en frente, contemplándose a sí mismo, mirando lo normal de ese espejo. Extrañado, porque en su interior nada permanecía real, tan solo existía, claro y evidente, un vacío presentimiento.
Apartó la mirada del espejo, la dirigió a la ventana de su cuarto y lo normal volvió a adueñarse del terror de su ánimo. A fuera la noche cubría un cielo nublado y la oscuridad se fundía con los árboles, edificios y la sombra de sus calles. Sintió retornar en su mente el silencio de su presentimiento, el mismo vacío, la misma nada, la única huella que proyecta la ausencia. Pero supo apartar de sí tan raros sentimientos. Se sentó en su silla parado a contemplar absorto el esquema que dibujaba en su cabeza sus pensamientos. Hasta que supo recobrar el entendimiento. Razonar. Comprender que era imposible. Pues aunque era capaz de apreciar el negro paisaje de la noche, no veía, era incapaz de ver el reflejo que debía proyectar la débil luz,  que iluminaba su habitación, sobre el cristal de la ventana. Y le abatió de nuevo el extraño presentimiento. Su figura petrificada. Esculpiendo, en el vacío de la noche, el miedo de lo incierto. Se repuso de aquella impresión y con costoso esfuerzo fijó su atención en lo opaco de las paredes, en lo sólido de su suelo, en la débil carne de su cuerpo… La débil carne de su cuerpo. Palpó su rostro mirándose en el espejo, su huesuda cara. Su delgada piel pegada a sus huesos como su tristeza a su alma. Sus ojeras abatidas por el sueño y su cabeza agotada de cansancio. Palpó su rostro… mirándose en el abismo del espejo. Entonces fue cuando creyó entenderlo. Creyó entenderlo porque el espejo le atraía, el espejo le mantenía vivo, despierto. Si no apreciaba ningún reflejo en la ventana sería porque él existía aprisionado dentro del espejo. Era como si su oscuridad realmente simbolizara la unión de su ser cayendo en el vacío de su propio abismo. De su propio reflejo. Un abismo tan real como su aullido de tristeza en el aletargado silencio. Y así fue como terminó. Alzó la mano, la acercó lento pero despierto hacia el espejo. Acariciando suavemente su superficie. Cortándose, con la oscuridad de aquel abismo, la yema de sus dedos. Hasta que de nuevo un escalofrío le petrificó a ser la misma muerte que el espejo.

El insomnio de la tristeza es un abismo más profundo que los sueños de la noche.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Culpable de mi baja autoestima

Borracho de sequedad,
de desilusión y arrogancia.
Borracho de soledad
borracho de cada resaca,
de sed, del licor de algia.
Ebrio, desmayado y borracho
harto de extenuar alcohol y labia.
Adicto a la desintoxicación
pagando nueva consumición.
Adicto a la adrenalina
de inyectarme autoestima,
a la adrenalina de la depresión.
Cambiar pobreza por autodestrucción,
autodestrucción a cambio de nada.
Enganchado a comprar mi libertad
desenganchándome de la felicidad,
de la auténtica adicción
la pasión de mi alma.
Para volver a cambiar libertad
por felicidad vana.
Borracho de hipocresía, de fama.
Borracho de ilusión,
alienado,
humedeciendo cariño sin amor,
buscando beber desilusión
en el húmedo reflejo de cada barra.

sábado, 26 de agosto de 2017

Más vivo que la poesía

Más vivo que la eternidad
escrito en el anaranjado firmamento
resplandece ese sentimiento
que mezcla tristeza y felicidad.
Aun sueño con cerrar mis ojos
bebiendo tu amor en cada beso
y dormir en la paz de nuestro insomnio.
La soledad es esa impresión del viento
que imprime cada foto como hojas del otoño.
Deshojándose cada sensación
que desnuda el dolor de mi corteza
y me vacía, llenando de nostalgia el folio.
Tan real como la esencia y más vivo que el alma.
En la noche, la luna es el fulgor
que el recuerdo de tu mirada alumbra.
Tan real como la vida y más vivo que el alba
la luz es el calor que destella la escarcha.
Pero aveces me duele el frío de la penumbra
y solo abriga el amor que tu cariño cura.
Me duele ese silencio ocultando tu mirada
no verte y que me ciegue esta luna.
La poesía es el paisaje y tú su naturaleza
que emana la vida y expresa la llama.
Y escribo en la magia de cada mañana
tan real como la alegría y la tristeza,
y más vivo que la belleza.

lunes, 21 de agosto de 2017

Un árido sendero sin huellas...

No busco no aguanto no resisto
marginado en la soledad
rodeado de egocentrismo.
El arte no es un producto.
El arte es la transformación
que empieza por uno mismo.
Harto de escribir ilusión
de oír recitar tristeza sin alma
de ver llorar a la hipocresía vestida de luto.
Sentir dolor tan solo al escribir
es a la poesía un insulto.
Un insulto que se paga
sin dulces caricias que arropen
la desnudez del alma amarga.
Un insulto y una herida
en el corazón de la nostalgia.
Una astilla de monotonía
palabras en el eco de sentir nada.
Y quienes más ladran de arte
son quienes menos entienden.
Al final quienes menos sienten.
Y quienes más presumen de arte
son quienes menos saben de cultura.
En el vacío de la forma se pierden
sin encontrar la sustancia que les cura.
Un lirismo de monotonía
un sentimiento artificial.
Una existencia sin sentido ni alegría.
Un arte como enterrado en el mármol
del cementerio o la iglesia.
Un poema sin caos ni armonía
una vida sin belleza.

jueves, 10 de agosto de 2017

Esperanza

No creo en la esperanza
si tú no despiertas mi mañana.
Si mi corazón no florece
en el cielo de tu jardín.
Si la pasión no cura
la felicidad de mi alma.
No creo en la esperanza
no consigo ni puedo creer
si no abrigas el frío de mi interior
y violas cada sentimiento de tristeza.
Calmas la sed que en mi dolor se encharca
y destruyes mi espejo de soledad.
No creo en la esperanza
la esperanza es la pena que me mata
y creer en ella me desahucia a la esperanza.
Pero no creer es no desear tu alma
es exiliarme al vacío de la nada.
Así que seguiré creyendo en la esperanza,
en esa esperanza que espero pero nunca acaba...

miércoles, 9 de agosto de 2017

La tragedia de un ideal

Quise ser un genio
quise representarme inmortal.
Cambiar el mundo y su orden
transformar la ficción y la realidad.

Quise escribir mi nombre
con trazos de libertad
soñando la ilusión de vivir
sin la cruz de la moral.

Quise sentir mi alma
en el cielo su esencia brillar.
Ser la estela del tiempo
la huella que trasciende el final.

Quise cambiar la historia
sin conocer en ella mi lugar.
Quise de la pasión el cristal
beber la ría de su belleza
y cortarme con su fragilidad.

Preferí la ignorancia, a la sabiduría.
La vergüenza, a mi conciencia.
La hemorragia, a la sangre.
La tiranía, a la sociedad.

Quise ser un genio sin genialidad
sólo un complejo sin complejidad.

Y me ahogué en el pozo
del que bebía mi locura.
Buscando ese ideal
que lucía en el fondo
y suicidar así mi soledad.

lunes, 7 de agosto de 2017

El mineral del alma

Torrencial pena amatista
desemboca en el horizonte
límite que el ocaso esconde
mi paupérrima alma autista.

Introvertido don de lirio
nacido del brillo de bronce
siente del plateado viento su roce
mientras flota cual delirio
sus oros que dan luz al goce.

Musicales labios de luna
que en la noche trémula
acarician vibrante célula
en pos de una dulce cuna.

Ya sea bronce, plata, oro
o álgida pálida lluvia
que limpia la claridad turbia.
Es la poesía el más bello tesoro.

viernes, 4 de agosto de 2017

Poema de un fulgor lejano

De aquel añorado verano
de días y noches encendidas,
de alegrías y nostalgias perdidas,
sentimientos por un sueño lejano,
no existe más que el recuerdo
y la tristeza de un silencio
que será olvidado.
De aquel joven soñador
quien la vejez le vendió su sueño
a un precio demasiado caro,
la madurez destruyó su ilusión
y su alma, del amor
desanudó cada lazo.
De aquella heroica promesa
de aquella ingenua fuerza,
la culpa condenó
la burla de su inocencia.
Rápido la materia extinguió
el ideal de aquella estrella.
Así su brillo todavía rutila
sobre el espejo del pasado
como un eco de vida
perdido y sin reclamo...

sábado, 29 de julio de 2017

Te sueño cada vez que escribo

Te escribo desde mi sentimiento
desde la prisión en la que estoy preso.
Atrapado en la cárcel de tu recuerdo
marginado a la soledad del deseo.
Te sueño en cada instante de tiempo
en cada suspiro de mi pecho.

La tristeza que siente mi alma
duele menos que el dolor de olvidarte
y te sueño, soñando poder curarme.
Soñando que tu beso beba cada lágrima
y de la negra melancolía me salve.
Te sueño como sueña el cielo la mañana,
ya te soñaba antes de encontrarte.
Y anhelo, tornar pasión insoportable
este intenso deseo de amarte.

Pero tengo miedo… miedo de no volver a verte,
de mirarte y nunca poder conocerte…
Te escribo… añorando la libertad de tus alas.
Tocado por las musas que te idolatran
que me obsequian la virtud de quererte.
¡Mi sed solo sacia en la pureza de tus aguas!

Te quiero… pero sé que ya te he perdido.
Te he perdido porque eres superior a mí.
Porque no existe belleza en la tristeza
porque me miro y solo veo a un infeliz.

Por ello no son estos los últimos versos que te escribo.
Pero sí es este, el último poema que te dedico...

viernes, 28 de julio de 2017

Ilusión

Velo por el sueño del sentir
anhelo un cielo escribir.
Vida no te pido que me des luz al irme
mas tampoco oscuridad vengo a pedirte.
No, solo quiero pisar suelo firme
pero entiende ¿Cómo en tu virtud me escondo?
Si únicamente en lo hondo
de un pozo sin fondo
conseguí describirme.
Sin luz pude escabullirme,
y es que tan solo maldito
logré mi mejor escrito.
Pero busco mi destreza en una ilusión
ofusco tristeza y razón
y en emoción palpito.
Pido ser pasión
ahogarme en un grito.
Ser preso de un beso
describirlo en un verso,
así resucito.
Recordando el amor
que junto a tu calor
yo me derrito.
Poesía, solo poesía necesito...

martes, 25 de julio de 2017

Perdido...

Mi mirada se empaña
en la niebla de la ciudad.
El viento mi soledad araña
el tiempo se torna existencial.
La lluvia inunda el vacío
que asfixia cada lágrima
y bebe mi tristeza ávida.
Mi alma es vapor frío
derretido de la escarcha
de mi gélido corazón.
Mi vida es casi lápida,
vale menos que una ilusión.
Las calles son el desierto
donde muere de sed
mi taciturna mudez,
donde nace el sentimiento
de mi paupérrima ánima
arrugada en su precoz vejez.
Mi rota mente conspira
para destronar mi ser
desahuciar mi alma
y perderme en mi vida.
Beber ya solo me ahoga
y amar debilita mi ánimo.
La pasión anudó la soga
de mi final trágico…
Pues estoy perdido en la tristeza
que mueve las olas hacia la orilla
de la playa de mi timidez.
Estoy hundido en la pereza
en el temor de perder.
El deseo en sus ojos brilla
y el cielo de su mente es el sueño
que imagina mi cabeza
y su alma es el secreto
que otorga sentido a la vida.
Estoy perdido en el anhelo
de perderme en su ser
fundirme y acariciar su piel.
Besar en estallido su cuerpo,
morder suavemente su mejilla
y perderme en el cariño del placer.
Su belleza incendia el sentimiento
que me exilia a la nostalgia,
que me quema en esperanza
y enamora cada fibra del querer.
Estoy perdido en el deseo
de curarme con su risa.

Soñar mi vida en su amor
y encontrarme en su interior…

miércoles, 19 de julio de 2017

Día y Noche

Echo de menos el sueño de tu amor
cada caricia de tu mirada a mi alma,
ser el reflejo que destellan tus ojos,
bañarme en la belleza de tu corazón.
Echo de menos la ansiedad por verte
el deseo de que se bese nuestra tristeza
el anhelo de fundirnos en una ilusión.
Echo de menos actuar y sentirme libre
entregado a la viva razón de tu libertad
excitado por el estallido de nuestra pasión.
Echo de menos no echar de menos tu voz
el azul cielo de tus ojos que irradian alegría
que se encienden bajo el sol de tus cabellos.
Echo de menos ser la noche y no la melancolía
y así amar la oscuridad de tus secretos.
Sin la falsedad de prometerte la luna
porque qué iba a ofrecerte si eres el día
salvo agradecerte la luz y de mis ojos la lluvia
que me permiten sembrar con anhelo mi amor.
Y por favor lo siento, siento precipitarme
siento escribirte y sentir idealizarte.
El dolor ya me corta, me corta por dentro
desangra mi mitad pues la esperanza era el resto.
Y es que no dejo de querer no echar de menos
ese amanecer que una nuestro encuentro.

lunes, 17 de julio de 2017

Un pensamiento...

A medida que crecen los segundos el tiempo se vuelve cada vez más estrecho. Mientras que por el contrario, a medida que el mundo crece el tiempo se torna cada vez más amplio. Es triste o quizás irónico pensar que el mundo se ensancha cuando, a cada tiempo, una parte vital del mundo se muere. Así el movimiento se ha convertido en el único fin de nuestro mundo, así el mundo… se está muriendo. No mueren únicamente los seres vivos, también las razones y pasiones que les conciernen, que antaño les movían y empujaban a seguir viviendo. Ahora las razones son diferentes y las pasiones, a medida que se crece y el tiempo nos confina, son cada vez más pobres. La extraordinaria maquinaria de la vida únicamente responde a la razón de sus leyes que el sistema del mundo tan extrañamente le ha concedido. Hasta que la única verdadera ley y razón que permanece constante a todo movimiento, al cambio, al mundo, es la razón de vivir, moverse, aceptando nuestra propia muerte. Y sin embargo nadie acepta su propia muerte, yo no la acepto. Pero sí se que el tiempo, inevitablemente, será quién me persuada de ello y eso no me parece tan horrible. La cuestión es no forzar al mundo y que te persuada tan bruscamente, la cuestión es ser sabio y luchar por comprender que como decía el filósofo, aprender a morir es aprender a vivir.

miércoles, 12 de julio de 2017

Claro de Noche

La noche encendía su oscuridad
entorno a la luz de la luna.
La noche con su manto cubría
el limbo de la pausada ciudad.
Ahuyentaba la áspera negrura
a la suave claridad del día.
El delgado fulgor lunar mecía,
con sus hilos, la ensoñaciones
de un reino de ilusoria belleza.
Apartada de la noche y la tristeza,
en medio de la vacía soledad,
una dama de nívea piel de luna
dormía despierta y apoyada
sobre el alfeizar de la ventana.
Enfrascada en la fragancia de sus ilusiones
su mirada conservaba el aroma de su juventud.
Mientras la luna velaba la sensible luz,
del alma de la dama,
ella acariciaba el destello
que, cual blanquecino espectro,
en su ánimo irradiaba un delirio
contaminado de pureza;
un bacilo de feliz melancolía
que sanaba su sensibilidad enferma.
La oscuridad sollozaba el brillo
de su radiante nieve.
De la bohemia soledad de la plaza
alumbrada por la mortecina claridad
surgió una figura de elegante identidad
que mostraba a la dama
el haz de una rosa ardiente.
Cual llama de pasión enamorada
ella descendió las escaleras
enfrascada en la perfecta flor
cuyos pétalos se tornaban perlas
bajo el centelleante fulgor.
Acudió al encuentro de su amor
arropada con la fría desilusión
de descubrir que no era flor y tallo
sino daga, con una rosa de decorado,
apuñalándose en su sangrante corazón.
Así cierra la tragedia su desenlace
con la gélida y carmesí sangre
bañada por la clara luz de una traición.

martes, 4 de julio de 2017

Una despedida en cada añoranza

Sé que no existo en tu memoria,
lo demuestra el dolor de tu ausencia
lo escribe el olvido de nuestra historia.
Sé que no perdonas mi conciencia,
lo reafirma mi constante vergüenza
lo evidencia nuestra despedida insatisfactoria.

No sé que pinturas o melodías lloras
o si la vida te acompaña cuando estás sola.
No sé que oscuridad o luz te atesora
ni si tus bellos paisajes todavía moras.

Pensé en buscar tu nombre y escribirte
pedirte si después de tanto me perdonas,
te necesito para saber si soy la misma persona.
Aquel a quién tu mirada tanto odia
aquel… que se perdió en su propia parodia.

Pero mi certeza es tu despedida silenciosa…

Y la mayor prueba de mi cambio
es desterrarte en esta hoja.
Y la mayor prueba sin embargo
sería no pensarte en cada oda.

domingo, 18 de junio de 2017

Ser en Libertad.

Necesito vivir más allá de existir
más allá de restricciones inmorales.
Trascendiendo los límites
bebiendo de la moral del ser.

Necesito reír, llorar, evitar sufrir.
Escribir la esencia de cada página
el significado de mi alma.
Definir… y definirme,
sentir… y sentirme.
Escribir más allá del milagro de vivir.

Necesito respirar cada oxígeno de las palabras.
Necesito respirar… Curarme en metáforas.
Obrar la poesía de la realidad
expresarme y amar con honestidad.
Expresar la justicia y la libertad,
la verdad y el sueño de cada mentira.
Expresar el ser de la vida.

Definir… y definirme,

Encontrar, sin trucos ni máscaras,
la magia de ser feliz.

Mi ser es escribir y escribir sin ser
es vivir sin tener nada que decir...

domingo, 11 de junio de 2017

Destierro

Me he marchitado en mi recuerdo
en cada latido y aliento.

He sangrado la felicidad
por llorar de hemorragia amor,
por abrir la cicatriz de mi alma.
He desnudado una flor
sin deshojar cada pétalo,
sin arrancarla del tallo,
solo oliéndola con la mirada.

Pero me he marchitado en mi recuerdo.

He besado el sabor de mi dama.
Bendecido por el verso que arde en cada llama,
enamorado, de la belleza que me ama.

Pero me he marchitado,
en la oscuridad del espejo…

Ahora anhelo florecer
entender el extraño misterio.
Mi vida ordena el destierro
que sufre, ciego, mi ser.

lunes, 22 de mayo de 2017

Destierro de mi secreto

Soy el destierro de mi secreto
la sangre marchita de lo eterno.
La lluvia que incendia tu mirada
la nieve que quema cada lágrima.

La belleza reclusa en el espejo
el cristal afilado por tu pelo.

El néctar, la miel de tu savia
el sabor que tu corazón sacia.
El diamante de fulgor ciego
el mineral, el fuego, el ego.

Me pierdo en un mar de soledad
me vacío en la honda tristeza.
Despliego mis alas al océano
y me desnudo en la tempestad
bañado por destellos del lienzo,
pincelado por tu fragilidad.

Nutrido por lo sensible
que alimenta tu belleza.
Decorado por lo invisible
descrito en cada poema.

Misterio de la noche incierta
exhalo en cada hálito.
En mi oscuridad de verso tácito
e inocencia de vejez muerta.

Desterrado de mi secreto
exiliado de tu misterio
añoro ser la voz 
que me retorna el viento.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Vida

Vida
¿Alguna vez me quisiste?
Aquí solitario, apagado y triste
anciano en mi paupérrima vitalidad
sin metas ni triunfos me viste.

Vida
¿Alguna vez me quisiste?
No encuentro tu respuesta
tu río no sigue ninguna senda
que trascienda todo lo que existe.

Vida
Monótona existencia
dolor y pobreza
hambre de esencia.

Vida
Te ruego
te rezo… ¡existe!

martes, 16 de mayo de 2017

Recóndito

Escribió taciturno desde la tibia melancolía que alumbraba su prisión. Escribió, mas no añadió ni una sola palabra más. Su celda, no permitía traspasar la luz sobre el cemento y el ladrillo que encarcelaba a nuestro humilde y abatido residente en la oscuridad. Tan solo un insignificante y minúsculo haz, pálido destello de esperanza proyectado desde el resquicio del desgastado techo, iluminaba las frías palabras que desde hacía bastante tiempo, ocupaban toda su realidad. Existía una pila completa de encuadernaciones y papeles ajados, impregnados de tinta, con bellos matices que configuraban en su intelecto sombrías representaciones de paisajes, ciudades, seres y secretos que se desvanecían en la humedad, de aquella condensada atmósfera que largos y tediosos días se veía obligado a respirar. Una pila, ubicada tan solo a ojos de la intuición, en una esquina de aquella oscura y mugrienta celda. No existe necesidad alguna de mencionar que cada esquina cumplía una determinada función. Siendo la esquina de enfrente, la más alejada a la esquina donde comía y destrozado día y noche sollozaba y musitaba escalofríos, la que se encargaba de las escabrosas necesidades y deshechos que produce día tras día la naturaleza. Sólo así, clasificado en esquinas, podía situarse y distanciarse lo más lejos posible del asqueroso hedor que le había troncado a una miserable y desgraciada vida. La más miserable y desgraciada que dentro de los parámetros de mi cordura me permito atreverme a imaginar. Podría hacer mención en su lugar de desastrosas condenas, torturas y mutilaciones que desgarraran no solo el cuerpo sino también la fortaleza del alma, pudriéndola en un grotesco infierno. Pero no existe ser humano que merezca tal castigo. Ese infierno, escrito con el más profuso detalle en cada uno de sus ajados cuadernos, era un infierno reservado solo para reyes.
Pensareis que no es justicia castigar a los que condenan con una mayor condena, que la justicia, como el común de los hombres piensan se basa en el equilibrio y nunca en el sadismo.
Pero helo aquí el verdadero castigo, que no es solo pagar por lo que a él han hecho, sino también pagar por todos los crímenes que a la sociedad cometieron. Pagar por cada tortura, cada vida recluida en la gélida oscuridad de forma injustificada, cada vida asesinada por el hambre, cada traición a la libertad y cada vida mutilada en una guerra de la que sólo eran los reyes responsables. El macabro delirio de la más elevada justicia germinaba en su cabeza.    
La celda constreñía cada pálpito de vida. Su corazón, convertido en el frío metal de una máquina, bombeaba sentimientos contaminados por el odio. Sus pulmones, chirriaban oxidados con el fin de exhalar el último hálito de la venganza. Aquel tétrico lugar le había convertido en lo más alejado que podía de su esencia humana. Había perdido toda fe y ciencia como esperanza y tan solo soñaba con la masacre. La misma masacre que quedaba grabada en la tumba de su alma.
Demasiado tiempo ah que dejó de rasgar, sobre la lisa superficie que tapaba el ladrillo, cada uno de los monótonos días de su encarcelamiento. Puede que la soledad fuera su amante secreta durante su tierna infancia y seguro que lo hubiese sido en su juventud y adolescencia. Si no fuese porque gracias a su encarcelamiento, la soledad dejó de ser un nostálgico secreto para convertirse en un real tormento. No obstante, no fue la soledad la que terminó minando su ánimo. La trágica causa de que sus pensamientos se convirtieran en una sofocante apisonadora que aplastaba su alma, fue la perpetua oscuridad mezclada con el silencio que sabía a la traición de sus seres más cercanos.
Transcurrió toda su juventud y parte de su adolescencia confinado en aquella sala que le recluía en la más ínfima existencia. Aferrándose a la vaga esperanza de que algún día, quizás, le rescatarían bajo la absoluta certeza de su inocencia. Pero nunca, ni una sola voz, ni un solo gesto o mirada, ni una sola presencia llenaba el vacío de su horrible estancia.
El fino hilo del haz de luz se tiñó de la palidez de la luna. De pronto, como si de vampiro o lobo se tratara, despertaron sus instintos y abalanzó hacía el tenue destello. La cicatriz redonda de la grieta de su mirada se dilató y admiró la única, solitaria y débil claridad de la belleza. La única verdad que no le cegaba. Largo tiempo bañó sus ojos bajo la luz que templaban sus lágrimas. Largo tiempo escribió su carta.
El derrotado presidiario acababa de terminar de escribir su carta. La había plegado y posado a su lado con un cuidado como no había atendido sus anteriores escritos. Sabía reconocer el auténtico valor de su carta y no cabía en sus deseos el horror de deteriorarla entre toda aquella basura mohosa. No, la guardaría en el lugar donde podría estar siempre consigo, a buen recaudo. Su excesiva minuciosidad y consideración parecían brotar de un poderoso delirio que dominaba sus pensamientos. Concentrándose su paranoia en el miedo y la suspicacia. De tal modo que no sentiría segura la carta si no la guardaba, con manos temblorosas, en el hueco de su bolsillo. A su lado, completamente a su lado, aún cuando nada podría, en aquel ruinoso sitio, arrebatársela. Aun cuando significaran aquellos meticulosos trazos el roce mortal de la locura, aun cuando su contenido significase la entera determinación de su desgracia. Nuestro pobre miserable reía empapándose de heladas lágrimas y se abrazaba abrigándose bajo la sombra de la miseria. Definitivamente había perdido toda esperanza. Vivir solo significaba resguardarse inútilmente en una terrible trampa hacia la eternidad.
Pero quiso la eternidad devolverle un curioso eco del destino…
Había observado en el suelo, el mismo suelo ensuciado por el barro y otros desechos, justo en el punto donde incidía la luz, una sombra. Una simple y minúscula sombra deformada en ocho articulados filos que la sostenían y que había conseguido exaltar a nuestro protagonista.
Se quedó paralizado. Contuvo cuidadosamente su respiración y alzó la mirada hacía el agujero del techo. Contempló cómo elegante descendía y suave se deslizaba sobre el haz de luz.
Nuestro protagonista atendió con su mirada el lento descenso de la tarántula. La observó con el más absoluto detalle, atendiendo a su fisonomía, su comportamiento receloso y ávido de oscuridad. De niño le habían horrorizado por completo las arañas y una tarántula seguramente le habría espantado, se habría asqueado, acto seguido paralizado, encadenado por neuróticos pensamientos de viscosidad y carne picada, temblores y hormigueos en su cabeza o espalda.
Y en cambio, sin encadenamiento sino ligado a un único y turbio pensamiento, la veía descender directamente hacia su mano.
No cometáis el error de suponer que era una metáfora la araña, pues una metáfora era lo que nuestro preso buscaba, guiado por una maldición romántica que diese, al menos, un mínimo de sentido, si no a su vida, a su final. Pero la realidad era que tras tragar el veneno, solo un montón de ajados papeles con delirantes escritos, una carta y un putrefacto cadáver, fue lo que llenó el vacío de aquella horrible estancia. Y nada más…

lunes, 15 de mayo de 2017

Fantasma

Dios mío, he visto a un fantasma… Tenía la cara pálida y demacrada, con unas profundas ojeras negras de muerto viviente. La barba abundante envolviéndole prácticamente el rostro y un aire peculiar, quizás sería su atractivo… Sí, esa apariencia irreal a lo Stanley Kubrick, esa deformación grotesca de la personalidad en su estigmatizada mirada de genio loco. Pero sobre todo y lo que más terror me evocaba era, aquel destello, brillo distraído en sus ojos, aquella endemoniada lucidez con que me estudiaba. Aquella sátira ironía, absorto en el infinito que asesinaba con cada débil pestañeo. Era la expresión de un enfermo. Enfermo porque por primera vez en mucho tiempo había comprendido el significado real de lo que implicaba despertar. Enfermo porque me miraba y escudriñaba cada vez más hondo, penetrando en mis martilleantes pensamientos. Enfermo porque estaba allí, justo en el espejo y no podía evitar llorar al verlo.

Destellos sobre un corazón desgastado

Apágate breve vela  (Macbeth - William Shakespeare)

Mi inmortal recuerdo es tu luz
diamante de la noche tristeza.

Mi mayor don es mi maldición
ambición de ser Hamlet
y servir a la ironía de mi tragedia,
llorar junto al ataúd de mi desamada Ofelia.
Mi destino me guía cual Macbeth
a desmerecer el trono de mi conciencia.
Mi inmortal recuerdo es tu luz…
Por favor… apágate breve vela…

Mi inmortal recuerdo es tu luz
diamante de la noche tristeza.

Emperatriz de nocturna niebla
astro de pálido fulgor gélido.
Nausea de la noche bella…

martes, 9 de mayo de 2017

Sensible

Mi corazón destila la nostalgia
de escribir tristeza en cada lágrima.
Mis ojos derraman la sed
que bebe el dolor de mi alma.
Me ahogo en el lago del llanto
y me baño en su suciedad.
En la pureza de su oscura soledad.

Soy el alma de lo inerte
la vida de lo artificial.
Una pasión sin esencia
una abstracción de mi ideal.

Estoy cansado y harto
de buscar… esperar…
De encontrar sin recompensa
de alienarme para madurar.

Estoy cansado y harto…

Estoy… soñando.

lunes, 24 de abril de 2017

Ninfa de ilusión

Cada tramo de tu perfección
dibuja el retrato de tu dulzura.
Tus ojos son el fruto del otoño
nutren el fuego de tus pupilas.
La pureza de tu nívea piel suave
acaricia el cariño de tu belleza.
Tu sedosa blancura de fina arena
reposa cual cálido mar de crema.
Bañando de juventud mis sentidos
hidratando la flor de tu desnudez.
Tu sonrisa es la luz que destella
en cada perla de tus lágrimas,
milagro de tu angelical mirada.
Tu inteligencia, sensible timidez,
te resguarda en la cálida cabaña
junto a la hoguera de tu niñez,
soñando nostalgia del amanecer.
Tu cabello es el brillo de tu aroma
respira el aire la fragancia de tu ser.
Tu alma es la llama de mi esencia
calor para mi vacía soledad helada
amor que derrite la escarcha
dolor si el hielo no sangra su hiel.
Tu imaginación procrea con el ideal
de ser vivaz y alegre inocencia.
Y duele ver tus emociones sangrar
desgranadas en polvo y ceniza,
cortadas con el filo de tu rota ilusión.
Tu corazón es el beso de tu mirada
tu mirada es un vergel de emoción
tu emoción es bálsamo de mi corazón.
Mi latido fundido a la vida de tu latido
mi vida necesita de tu amor. Mi vida.
Eres la brisa que respira la poesía
inspiración que excita pasión de vida.
Mi felicidad es la huella de tu sonrisa
y mi ilusión es ser reflejo de tu risa,
reír acorde al acorde de tu armonía.
Porque no escucho disonancias
ni en tu tristeza, alegría o rabia,
porque eres la musa de mi pasión.
La dama que ha curado el cáncer
que gangrenaba de nostálgico dolor
cada triste poema de mi débil alma.
El ángel que ha traspasado mi interior.

miércoles, 5 de abril de 2017

Oscura Tinta

Sombra de la muerte que me nombra
ser inerte con conciencia 
de una vida que no me asombra.
Que me asola en la soledad
como una fría gota
que se calienta y evapora
en un mar desértico, sola.
Trágico es el fin de nuestra realidad.
Paso cada hora
bebiendo tinta en ánforas
con metáforas, que adoras si te asomas
al alma irreal.
Describiendo en oscura luz
ventanas translúcidas 
sin inverosimilitud.
Me aferro a los sueños de las sábanas
que cubren mis lúcidas llamas.
Derritiendo el hielo de mis almas
en el calor de tus versos me calmas.
Dándome las noches
con besos de derroches.
¡Clamas al pez azul reflejado en sus escamas!
Azul, es mi virtud, luz de mi ilusión.
Me libra de la cruz, me llena el corazón.
Me congela pero no hiela la emoción.
Escribo la depresión
que tantas veces vivo
mundo sin héroe, casado con el maligno
mundo, tu entiendes este escrito.
Estremeces con creces
y es que no existen duendes
que cuiden del jardín del edén,
a cualquiera nos vendes
y nos dejas solo con las rejas
de nuestra sien.
Noche tras día
solo, entre tanta hipocresía.
Mis lágrimas se ahogan en poesía.
Mis ánimas se mojan aflojan fantasía.
Vanas esperanzas, 
que sueñan con esperanzadas danzas
inclinadas balanzas a una herejía.
Suena la triste sinfonía.
Llega el grisáceo día.
Me inspira la oscura ira
que supura mi profunda melodía
y me incita a escribir el epitafio
de mi sepultura.
Sueño, como la escultura
en su silenciosa armonía...

Despiertan solos mis ojos, 
lloran rojos 
bajo el brillo de luna
donde aúllan solitarios lobos...

lunes, 3 de abril de 2017

Demonio Interno de Fríos Ojos de Niebla

Mis sueños son sonámbulos…

Una noche bajo la luz
de mediana luna
vi sin inverosimilitud
la sombra de una cruz
clavada en una cuna.

Ojos grises son preámbulos…

Aquel destello infiel
a la blanca luz
que surgió del deseo cruel
de llorar en plenitud.
placeres del mal común.

Odios son noctámbulos…

Seré sombras de la sombra
y la sombra soy yo.
Tinieblas temed al creador
la muerte por detrás os nombra
con el nombre de terror.
Diablo, tiñe mi roja alfombra
déjame paso al averno
para respirar el infierno
y a mis ojos dar color.

Mis almas son funámbulos…

sábado, 1 de abril de 2017

Romántico Deprimido...

Sangro con diosas
mi nocturno secreto.
Fluyo verso en rosas
que rasgan el viento
que respiran hermosas
sirenas de hielo muerto.
Muerto en arenas cálidas
muerto en negras lágrimas
¡Frío y húmedo desierto!
Sientes ese sabor….
Rojos miedos hielas
que llenas de terror…
Navajas y suicidios anhelas.

Encuentras felicidad
primero violemos
y dulce matemos
¡Busquemos soledad!

¡Quiero morir!

No, primero desangrarte
¡Sí! Desnudar el arte

¡Dame más locura!
Viólame en tortura.

Quiero estar loco
Joder ¿porque no empeoro?
Soy demasiado lógico.
¡joder!.......¡joder!
Martirízame en placer.
Vamos ostia
¡Suicídate!

Sangre en los poros
resbala mi fe.
Cauces sin oros
sauces de mi hiel.
Lloras enfermo…
Es tu velo negro
alas de mi cuervo.


¡Mas nunca muero!

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jueves, 30 de marzo de 2017

Rezo de inspiración

En un grito suplico su ayuda
vacía metáfora que escapa de mi amargura.
Herejía del silencio rozando mi ternura
atenta con abandonarme en la cordura.
Empieza, escucho su burla...
Diosa imperfecta por emociones
hermosa hada que tienta pasiones.
Magia perfecta de oraciones
haz del beso del que se abusa
un verso de poesía intrusa.
Mas responde a mi pregunta.
¿Dónde está el sol de su luna reclusa?
¿Dónde... dónde está mi musa?