Nocturno Secreto

sábado, 29 de julio de 2017

Te sueño cada vez que escribo

Te escribo desde mi sentimiento
desde la prisión en la que estoy preso.
Atrapado en la cárcel de tu recuerdo
marginado a la soledad del deseo.
Te sueño en cada instante de tiempo
en cada suspiro de mi pecho.

La tristeza que siente mi alma
duele menos que el dolor de olvidarte
y te sueño, soñando poder curarme.
Soñando que tu beso beba cada lágrima
y de la negra melancolía me salve.
Te sueño como sueña el cielo la mañana,
ya te soñaba antes de encontrarte.
Y anhelo, tornar pasión insoportable
este intenso deseo de amarte.

Pero tengo miedo… miedo de no volver a verte,
de mirarte y nunca poder conocerte…
Te escribo… añorando la libertad de tus alas.
Tocado por las musas que te idolatran
que me obsequian la virtud de quererte.
¡Mi sed solo sacia en la pureza de tus aguas!

Te quiero… pero sé que ya te he perdido.
Te he perdido porque eres superior a mí.
Porque no existe belleza en la tristeza
porque me miro y solo veo a un infeliz.

Por ello no son estos los últimos versos que te escribo.
Pero sí es este, el último poema que te dedico...

viernes, 28 de julio de 2017

Ilusión

Velo por el sueño del sentir
anhelo un cielo escribir.
Vida no te pido que me des luz al irme
mas tampoco oscuridad vengo a pedirte.
No, solo quiero pisar suelo firme
pero entiende ¿Cómo en tu virtud me escondo?
Si únicamente en lo hondo
de un pozo sin fondo
conseguí describirme.
Sin luz pude escabullirme,
y es que tan solo maldito
logré mi mejor escrito.
Pero busco mi destreza en una ilusión
ofusco tristeza y razón
y en emoción palpito.
Pido ser pasión
ahogarme en un grito.
Ser preso de un beso
describirlo en un verso,
así resucito.
Recordando el amor
que junto a tu calor
yo me derrito.
Poesía, solo poesía necesito...

martes, 25 de julio de 2017

Perdido...

Mi mirada se empaña
en la niebla de la ciudad.
El viento mi soledad araña
el tiempo se torna existencial.
La lluvia inunda el vacío
que asfixia cada lágrima
y bebe mi tristeza ávida.
Mi alma es vapor frío
derretido de la escarcha
de mi gélido corazón.
Mi vida es casi lápida,
vale menos que una ilusión.
Las calles son el desierto
donde muere de sed
mi taciturna mudez,
donde nace el sentimiento
de mi paupérrima ánima
arrugada en su precoz vejez.
Mi rota mente conspira
para destronar mi ser
desahuciar mi alma
y perderme en mi vida.
Beber ya solo me ahoga
y amar debilita mi ánimo.
La pasión anudó la soga
de mi final trágico…
Pues estoy perdido en la tristeza
que mueve las olas hacia la orilla
de la playa de mi timidez.
Estoy hundido en la pereza
en el temor de perder.
El deseo en sus ojos brilla
y el cielo de su mente es el sueño
que imagina mi cabeza
y su alma es el secreto
que otorga sentido a la vida.
Estoy perdido en el anhelo
de perderme en su ser
fundirme y acariciar su piel.
Besar en estallido su cuerpo,
morder suavemente su mejilla
y perderme en el cariño del placer.
Su belleza incendia el sentimiento
que me exilia a la nostalgia,
que me quema en esperanza
y enamora cada fibra del querer.
Estoy perdido en el deseo
de curarme con su risa.

Soñar mi vida en su amor
y encontrarme en su interior…

miércoles, 19 de julio de 2017

Día y Noche

Echo de menos el sueño de tu amor
cada caricia de tu mirada a mi alma,
ser el reflejo que destellan tus ojos,
bañarme en la belleza de tu corazón.
Echo de menos la ansiedad por verte
el deseo de que se bese nuestra tristeza
el anhelo de fundirnos en una ilusión.
Echo de menos actuar y sentirme libre
entregado a la viva razón de tu libertad
excitado por el estallido de nuestra pasión.
Echo de menos no echar de menos tu voz
el azul cielo de tus ojos que irradian alegría
que se encienden bajo el sol de tus cabellos.
Echo de menos ser la noche y no la melancolía
y así amar la oscuridad de tus secretos.
Sin la falsedad de prometerte la luna
porque qué iba a ofrecerte si eres el día
salvo agradecerte la luz y de mis ojos la lluvia
que me permiten sembrar con anhelo mi amor.
Y por favor lo siento, siento precipitarme
siento escribirte y sentir idealizarte.
El dolor ya me corta, me corta por dentro
desangra mi mitad pues la esperanza era el resto.
Y es que no dejo de querer no echar de menos
ese amanecer que una nuestro encuentro.

lunes, 17 de julio de 2017

Un pensamiento...

A medida que crecen los segundos el tiempo se vuelve cada vez más estrecho. Mientras que por el contrario, a medida que el mundo crece el tiempo se torna cada vez más amplio. Es triste o quizás irónico pensar que el mundo se ensancha cuando, a cada tiempo, una parte vital del mundo se muere. Así el movimiento se ha convertido en el único fin de nuestro mundo, así el mundo… se está muriendo. No mueren únicamente los seres vivos, también las razones y pasiones que les conciernen, que antaño les movían y empujaban a seguir viviendo. Ahora las razones son diferentes y las pasiones, a medida que se crece y el tiempo nos confina, son cada vez más pobres. La extraordinaria maquinaria de la vida únicamente responde a la razón de sus leyes que el sistema del mundo tan extrañamente le ha concedido. Hasta que la única verdadera ley y razón que permanece constante a todo movimiento, al cambio, al mundo, es la razón de vivir, moverse, aceptando nuestra propia muerte. Y sin embargo nadie acepta su propia muerte, yo no la acepto. Pero sí se que el tiempo, inevitablemente, será quién me persuada de ello y eso no me parece tan horrible. La cuestión es no forzar al mundo y que te persuada tan bruscamente, la cuestión es ser sabio y luchar por comprender que como decía el filósofo, aprender a morir es aprender a vivir.

miércoles, 12 de julio de 2017

Claro de Noche

La noche encendía su oscuridad
entorno a la luz de la luna.
La noche con su manto cubría
el limbo de la pausada ciudad.
Ahuyentaba la áspera negrura
a la suave claridad del día.
El delgado fulgor lunar mecía,
con sus hilos, la ensoñaciones
de un reino de ilusoria belleza.
Apartada de la noche y la tristeza,
en medio de la vacía soledad,
una dama de nívea piel de luna
dormía despierta y apoyada
sobre el alfeizar de la ventana.
Enfrascada en la fragancia de sus ilusiones
su mirada conservaba el aroma de su juventud.
Mientras la luna velaba la sensible luz,
del alma de la dama,
ella acariciaba el destello
que, cual blanquecino espectro,
en su ánimo irradiaba un delirio
contaminado de pureza;
un bacilo de feliz melancolía
que sanaba su sensibilidad enferma.
La oscuridad sollozaba el brillo
de su radiante nieve.
De la bohemia soledad de la plaza
alumbrada por la mortecina claridad
surgió una figura de elegante identidad
que mostraba a la dama
el haz de una rosa ardiente.
Cual llama de pasión enamorada
ella descendió las escaleras
enfrascada en la perfecta flor
cuyos pétalos se tornaban perlas
bajo el centelleante fulgor.
Acudió al encuentro de su amor
arropada con la fría desilusión
de descubrir que no era flor y tallo
sino daga, con una rosa de decorado,
apuñalándose en su sangrante corazón.
Así cierra la tragedia su desenlace
con la gélida y carmesí sangre
bañada por la clara luz de una traición.

martes, 4 de julio de 2017

Una despedida en cada añoranza

Sé que no existo en tu memoria,
lo demuestra el dolor de tu ausencia
lo escribe el olvido de nuestra historia.
Sé que no perdonas mi conciencia,
lo reafirma mi constante vergüenza
lo evidencia nuestra despedida insatisfactoria.

No sé que pinturas o melodías lloras
o si la vida te acompaña cuando estás sola.
No sé que oscuridad o luz te atesora
ni si tus bellos paisajes todavía moras.

Pensé en buscar tu nombre y escribirte
pedirte si después de tanto me perdonas,
te necesito para saber si soy la misma persona.
Aquel a quién tu mirada tanto odia
aquel… que se perdió en su propia parodia.

Pero mi certeza es tu despedida silenciosa…

Y la mayor prueba de mi cambio
es desterrarte en esta hoja.
Y la mayor prueba sin embargo
sería no pensarte en cada oda.