Quise ser un genio
quise representarme inmortal.
Cambiar el mundo y su orden
transformar la ficción y la realidad.
Quise escribir mi nombre
con trazos de libertad
soñando la ilusión de vivir
sin la cruz de la moral.
Quise sentir mi alma
en el cielo su esencia brillar.
Ser la estela del tiempo
la huella que trasciende el final.
Quise cambiar la historia
sin conocer en ella mi lugar.
Quise de la pasión el cristal
beber la ría de su belleza
y cortarme con su fragilidad.
Preferí la ignorancia, a la sabiduría.
La vergüenza, a mi conciencia.
La hemorragia, a la sangre.
La tiranía, a la sociedad.
Quise ser un genio sin genialidad
sólo un complejo sin complejidad.
Y me ahogué en el pozo
del que bebía mi locura.
Buscando ese ideal
que lucía en el fondo
y suicidar así mi soledad.
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