Esta
carta es mi deseo de ayudarte, la esperanza de que leyéndola encuentres el
fuerte apoyo para que dejes de sentirte solo. El coraje suficiente para
resistir y dejar de sentirte mal. Sé que no es suficiente, que son demasiados problemas
los que han acontecido sin ninguna justificación para sobrellevar tanto dolor. La
vida está siendo completamente injusta contigo y lo que jamás desearía es que
te hundieses todavía más y te ahogaras en la soledad de tus lágrimas. Deseo que
todo te salga bien porque a pesar de todas la veces que tontamente he bromeado
acerca de tu personalidad, en el fondo sé que eres mejor persona que la mayoría
de los demás. No dudes nunca que si alguien se merece alcanzar sus sueños y
aspiraciones esa persona eres tú. No conozco a nadie que luche, se esfuerce y
persiga con tanta ambición sus objetivos. Nunca te he visto rendirte ni
siquiera cuando los demás lo dábamos todo por perdido. Siempre te he visto
salir victorioso en cada obstáculo y problema. De modo que suceda lo que suceda
jamás te rindas. Lograste que un chico cerrado, tímido y cobarde encontrara el
suficiente valor para valorarse y luchar por lo que más ama. Y ahora ese chico
más cerca de sus sueños, con miles de sus aspiraciones por fin cumplidas, te lo
agradece con todo su corazón y te desea el mayor aprecio y cariño que la vida
pueda darte. También ofreciste el caluroso vínculo de la amistad al animal más
desvalido que encontraste y lo acogiste con toda tu ternura y amor. Un vínculo
inquebrantable capaz de ayudar a sanar las cicatrices del alma perdurando
eternamente en la memoria. Te quiero, eres mi mejor amigo y tu amistad será
siempre de los más preciados tesoros.
martes, 22 de marzo de 2016
miércoles, 16 de marzo de 2016
Invernadero
Esta
es una historia que no gustará. Hecha por pobres de espíritu que toleran su pesada
vejez y en su mudez tiñen su dolor. Es una casa tan inmensa como su jardín y
tan vacía como su dueño, que empobrece su alma en el silencio que abstrae su
pálida mirada hacia el soleado horizonte visible en la mañana. Su solitario
inquilino hierve las horas en el denso vapor de sus pensamientos, empañando todos
los espejos y cristales de su melancólica y huérfana casa. Un extraño
incomprendido que cansado está ya del pisotear de sus pisadas sobre su apenada
y hundida huella de un mudable recuerdo. No sabe que hacer tras vueltas y
vueltas que habrá dado encerrado en su cálido invernadero. Sin lugares que
visitar ni sensaciones nuevas a las que atreverse a probar. Él, vive oculto
entre la larga maleza de su castaña cabellera sin ningún tramo más que
prolongar. En su ambiente solo se respira las finas y fluctuantes esporas que
arraigan desde sus raíces y asfixian la polvorienta alfombra de sus tersos y
firmes pies.
Él,
ha exprimido todo el jugo de las vidas naturales, y sus frutos, demasiado
maduros, empalagan su seca imaginación. El que hacer, se ha convertido en una
tersa inflexión que no compensa su tronco vertebral y arruga sus esfuerzos la
corteza de su demacrada piel.
En
la cocina ha olvidado el gas encendido, posiblemente calentando los últimos
esfuerzos de su canibalismo vegetal con unas pocas legumbres que nutren su
cansada vitalidad. Pues todos sus sentimientos son lluvias que afloran la
apenada flor que brota de su corazón y sus ramas obstruyen los pulmones. La
savia de sus tallos le hierve el cuerpo mientras brotan de sus glóbulos
claveles con espinas que envuelven su dolor.
Es
primavera y el otoño se ha adelantado en su fúnebre hogar. El sol luce
espléndido en la tarde y el sonido de pisadas sobre muertas hojas aterroriza el
ritmo de sus pulsaciones. Alguien está próximo tras la puerta, el timbre
obstruido por trepadoras hiedras que envuelven la casa en su totalidad.
-
Por favor contéstame sabemos que estás ahí, responde por favor.
Pero el
aletargado habitante mora en su lecho incapaz de moverse por la angustia de la
compañía y en un vano intento alza el brazo tembloroso señalando a la puerta.
Mientras los rayos del sol inciden a través de la ventana directos en su mano,
deshaciéndola en moléculas de polvo del ambiente. Naciendo en su lugar la
ramificación de nuevas hojas verdes.
-
Por Dios santo abre la puerta de una vez o tendré que derribarla. Todos
en el pueblo estamos preocupados, hace más de seis meses que no sales ni hablas
con nadie ¿qué te sucede?
Nuevamente
tampoco hubo respuesta y la soledad se cultivó regada con sus propias lágrimas.
Así
que el visitante empujó la puerta consiguiendo abrirla y un clima de bochorno
le invadió la respiración, en contraste con el aireado ambiente del exterior.
Todo el intenso calor de la condensada atmósfera de la casa se perdió hacia el
exterior congelando el interior y convirtiendo, al hombre planta, en
cristalizada ceniza de hojas muertas y flores sin corazón...
domingo, 13 de marzo de 2016
¿Cómo ser escritor?
Cómo encontrar a dios y mirar el espejo sin
ver el reflejo, renacer y envejecer al mismo tiempo. Beber la sangre de la
belleza para ser inmortal más allá del latido de un recuerdo.
Cantar en la noche a dos estrellas que
derraman el aullido de un solitario lobo y el eco de su música brillar como luz de luna,
mientras despiertas en las cenizas que arropan un desierto de blanca arena.
Nadar en dunas evaporadas en el espejismo y saciar la sed de nostalgia que nos
ahoga en el oasis del alma. Matar la soledad que implica sentirse real
fundiéndome a la materia de la ilusión. Ser, sólo ser sin definición ni castigo
de vivir en mí mismo. Libre, vinculado a la magia que forja mi destino y volar
en el viento que genera el hechizo.
Cómo apagar la llama que incendia cada rincón
de mi casa sino es invocando la tempestad, desgarrando el cielo para que llueva
y por fin entre en calma. Refugiarme en bares que derriten el alma
sirviéndotela en copas para emborracharte hasta que cierre la noche y se abra
el sueño seco de la mañana. Tragar el licor del alba que no es sino el rocío de
mis lágrimas que enjuagan los pétalos de la tristeza anudados en mi garganta. Respirar
el oxígeno que forma este inmenso vacío infinito donde la atmósfera se condensa
en la densidad de la nada. Alienar la realidad porque qué hay más vital que la
eternidad en vez de esta existencia arrastrada a un final. Mezclar claro con oscuro,
lo distinto con lo confuso es el sino que une este mundo.
Configurar en abstracto toda la verdad y
maquillarla en toda su complejidad.
Expresar la sencillez de lo decadente, la
elegancia de la resistencia y fortalecerse hasta triunfar.
Broncearme en el oro de la victoria al
esculpir la plata de mis ideas y alcanzar la gloria.
Emigrar de lo estéril a una tierra fértil
donde florece la rosa de mi arte, que hiere al sensible con sus espinas pero
cura con su delgada y fina belleza, de sutiles pétalos que ondulan un poema y
cuyo tallo jamás se corta o arranca de la savia de la tierra.
Ser cristalino y dúctil como el agua emanando
de la fuente de los conceptos, las ideas, en esencia las palabras.
Cómo deslumbrar a un ciego o pincelar las
lágrimas de un frío ser de mármol, retratar el alma de un autista y dibujar la
invisible esencia escondida en un lienzo en blanco. Colorear los sueños con la
gamma de los sentimientos para realizarlos en el acto. Cómo advertir un enigma
en un cuadro y comprender su mensaje sin ser su pintor.
En definitiva ser la ciencia que investiga el
milagro del genio y descubrir la vida contenida en el texto.
lunes, 7 de marzo de 2016
Arte de Poesía Intrusa
Sangre de una
lágrima
resbala en tu
pintura.
Confusa tinta difusa
silencia bella
partitura.
Grita, suave y
longánima
pálida solloza una excusa.
Armoniosa música
silenciosa
Divisoria de espinas y rosa,
mariposa en pétalos
migratoria.
Funde, verso y prosa
hunde, nostálgico en
la victoria.
Ventoso aroma del
cielo.
Minucioso, es diosa
minucia,
que aletea fuego en
hielo.
Es don de la ilusión
fiducia,
como es arena del
suelo
la vacía realidad
sucia.
Rayo de la esfera,
reclusa.
Arte de poesía
intrusa.
Alas que vuelan
hacia hadas.
Avivan mi corazón en
llamas.
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