Nocturno Secreto

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Taciturno poema

No se asesinar la voz de mi demonio
si resucita en la oscuridad del silencio.
El mundo es ese todo que asfixia el ego,
la nada que mi ansiedad refleja en el espejo.
Y lloraría si llorar fuera verter odio
si la sal no escociese tanto cuando lloro.
Pero me margino a no imaginar tu decoro
a sangrar sangre y no sentimiento
a ser el oasis, la soledad en el desierto.
Pero al final lloro. Lágrimas por mi oprobio
y la sal no cicatriza la herida de este mar.
Navega el alma por el reflejo del cielo
creyendo rozar la libertad de lo inmenso,
sin siquiera su amatista tristeza cristalizar.
No se reconciliarme y volver a puerto,
no se morir, solo vivir en un mar muerto.
Me sincero en el abismo de lo incierto
en el vértigo del delirio de ver mi adentro.
Me sincero, preso del demonio azar,
esclavo de mi mudez, de un trono sin Zar.

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