Cada tramo de tu perfección
dibuja el retrato de tu dulzura.
Tus ojos son el fruto del otoño
nutren el fuego de tus pupilas.
La pureza de tu nívea piel suave
acaricia el cariño de tu belleza.
Tu sedosa blancura de fina arena
reposa cual cálido mar de crema.
Bañando de juventud mis sentidos
hidratando la flor de tu desnudez.
Tu sonrisa es la luz que destella
en cada perla de tus lágrimas,
milagro de tu angelical mirada.
Tu inteligencia, sensible timidez,
te resguarda en la cálida cabaña
junto a la hoguera de tu niñez,
soñando nostalgia del amanecer.
Tu cabello es el brillo de tu aroma
respira el aire la fragancia de tu ser.
Tu alma es la llama de mi esencia
calor para mi vacía soledad helada
amor que derrite la escarcha
dolor si el hielo no sangra su hiel.
Tu imaginación procrea con el ideal
de ser vivaz y alegre inocencia.
Y duele ver tus emociones sangrar
desgranadas en polvo y ceniza,
cortadas con el filo de tu rota ilusión.
Tu corazón es el beso de tu mirada
tu mirada es un vergel de emoción
tu emoción es bálsamo de mi corazón.
Mi latido fundido a la vida de tu latido
mi vida necesita de tu amor. Mi vida.
Eres la brisa que respira la poesía
inspiración que excita pasión de vida.
Mi felicidad es la huella de tu sonrisa
y mi ilusión es ser reflejo de tu risa,
reír acorde al acorde de tu armonía.
Porque no escucho disonancias
ni en tu tristeza, alegría o rabia,
porque eres la musa de mi pasión.
La dama que ha curado el cáncer
que gangrenaba de nostálgico dolor
cada triste poema de mi débil alma.
El ángel que ha traspasado mi interior.