Confesiones I: Nocturno Secreto: Confesiones
Abismo: Nocturno Secreto: Abismo
De nuevo se ha marchitado la vida,
los ríos ya no fluyen transparentes,
los bosques se envenenan en la bruma.
Otra vez mi esencia me grita silencio.
La nada se refleja quebrada en el espejo,
mi corazón late roto y hueco.
Estoy harto de buscarte en los cielos,
de nunca encontrarte en cada plegaria,
de pensar que todo se termina,
que no hay luz más allá de la vida.
Otra vez, en mí, solo queda existencia.
El vacío de una cáscara que envejece,
los surcos en una piel que muere.
Me he rendido en mi lucha contra ti,
ahora solo anhelo que me perdones
y centellees tu divina presencia.
Solo deseo que, por una vez, existas.
Pero te busco y nunca te encuentro.
Solo me queda la fuerza de mi razonamiento,
la soledad de saberme ciego ante la luz del cielo,
la tristeza de abrazar un mundo ateo
y llorar suplicando tu desalmada existencia.
No me sirve esta fugaz paz de mis palabras,
no me basta este silente sentimiento.
Estoy cansado de añorar esperanza,
de herirme los labios con su frío beso,
de la ilusión de haberme creído más, que solo existencia.
Estoy cansado, harto y malherido,
en mí solo queda estatua y materia,
en mí solo queda existencia,
en mí, solo queda un río de lágrimas sin amor, ni belleza.