Este es un poema sin poesía
sin tristeza, ni alma
sin dolor, ni lágrima.
Es un poema más entre la vida
tan errática como improvisada
tan falaz como nuestra alegría.
Hay un vacío dentro de mi interior
la ceniza sepultó la arena
y la arena secó cada emoción.
Este es un poema sin arte
un cúmulo de versos sin magia.
No logro, no siento el milagro,
el don de obrar, escribir,
imaginar cada sentimiento
que broncea la esencia
como maquilla la realidad
cada palabra.
Estoy harto, y cada instante
es un goteo de desesperación.
Estoy harto.
Mi alma se vende
sin siquiera abandonarme,
sin permitirme ser inmortal a cambio,
sino despojándome al limbo amargo.
Es tan inútil seguir siquiera intentándolo,
persistir en vivir solo para destruir
y así imitar cada poema, canción o cuadro
y nunca, nunca olvidar ser olvidado.
Daría mi vida por oír recitar tu voz
por despertar de una pesadilla a tu lado.
Por sincerarme
y expresar mi personalidad sin timidez.
Por oxidar la cadena que me reprime
y dejar de ser el fantasma
que en la mazmorra de la nada habite.