Nocturno Secreto

miércoles, 21 de octubre de 2020

Delirios de luz blanca

Dormido y soñando un nocturno secreto 
la luna proyecta espejismos en mi recuerdo. 
Recuerdo una pequeña habitación pálida 
donde el amor se cobijaba en una luz cálida. 
El nácar de unos besos dulces y ardientes, 
la nieve de una piel suave y ahora evanescente. 
Recuerdo unos ojos radiantes y sombríos, 
una intensa mirada de destinos perdidos. 
El erotismo que comulgaba con la nada 
de una existencia por el vacío marcada. 
El placer que estallaba en monótonos destellos 
y la atracción de bañarnos en profundos fuegos. 
La claridad de una noche evaporada, 
la difusa oscuridad que nos cohabitaba. 
Palabras que confunden diferencias con sentimientos, 
sentimientos que vibran en el eco de mis recuerdos. 
La soledad se presentaba ausente 
en aquella prisión de hielo incandescente. 
Pero aquí, en aquella habitación vaporosa, 
la verdad se clava como espinas de una rosa, 
cuyos pétalos se desprenden de tus caricias, 
cuyas espinas se clavan en mis memorias. 
Y es que la ausencia se mezcla con la oscuridad 
en este espacio donde la lluvia permea soledad. 
En este lugar recurrente de escondida esencia, 
en esta blanca tumba… de mi conciencia.