Echo de menos el sueño de tu amor
cada caricia de tu mirada a mi alma,
ser el reflejo que destellan tus ojos,
bañarme en la belleza de tu corazón.
Echo de menos la ansiedad por verte
el deseo de que se bese nuestra tristeza
el anhelo de fundirnos en una ilusión.
Echo de menos actuar y sentirme libre
entregado a la viva razón de tu libertad
excitado por el estallido de nuestra pasión.
Echo de menos no echar de menos tu voz
el azul cielo de tus ojos que irradian alegría
que se encienden bajo el sol de tus cabellos.
Echo de menos ser la noche y no la melancolía
y así amar la oscuridad de tus secretos.
Sin la falsedad de prometerte la luna
porque qué iba a ofrecerte si eres el día
salvo agradecerte la luz y de mis ojos la lluvia
que me permiten sembrar con anhelo mi amor.
Y por favor lo siento, siento precipitarme
siento escribirte y sentir idealizarte.
El dolor ya me corta, me corta por dentro
desangra mi mitad pues la esperanza era el resto.
Y es que no dejo de querer no echar de menos
ese amanecer que una nuestro encuentro.
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