Es de noche y tus ojos son de día.
Es de noche y tus labios tiritan por un beso.
Es de noche y como cada noche
derramo mi alma
en lágrimas
que acarician tu mirada
tu radiante vida.
Es de noche y la soledad
es mi amiga.
Es de noche y no hay farolas
en mi corazón encendidas.
Sólo luciérnagas perdidas
revoloteando en mis entrañas
extinguiéndose su parpadeante vida.
Es de noche y no hay felicidad sin escarcha
no hay alegría que abrigue mi nostalgia
no hay tristeza que limpie mi conciencia.
Sólo queda oscuridad
y somnolencia
irrealidad
como verdadera esencia.
Nocturno don de la taciturna llama
que alumbra la inexistente, nada.
que alumbra la inexistente, nada.