Soy el eco de un fantasma.
Una diabólica carcajada
que las entrañas araña.
Un fulgor frío y etéreo
que hiela la mirada.
Una lágrima de cristal
de tu ventana.
Un triste reflejo de metal
hundido en el alma
y nadie vence esa espada
nadie mi sangre relama.
Soy la belleza de la palabra
la magia del fugaz abra kadabra.
El calor que derrite tu corazón
impregnado en escarcha.
El rayo de felicidad
que perdura en la memoria
cuando se acaba.
El final sin gloria
de quienes carecen de historia.
Extrañado culto y vulgar
extrañado necio y leal
extrañado iluso y real.
La comedia que el alma llora
la víctima de la burla que me ahoga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario