pues nunca lograré consagrar
el merecimiento de tu altar.
Se que no hay verso valiente
que valga siquiera tu mitad.
Solo le rezo al verbo de tu amar
sollozando un beso inherente
en el recuerdo de tu inmortalidad.
Escribo la poesía de tus ojos,
secretos y enigmáticos tesoros,
con la sangre de tu verdad.
Busco naufragar en tus lágrimas,
reposar en la isla de tu alma
y sentir la belleza de tus pestañas.
Sentir el sentimiento de tu mirada
y ser el agua que refleje hemorragia,
el fluir de tus caricias y dulces palabras.
Te quiero más que la eternidad
pese a la soledad que me distancia
al contemplar tu inmenso mar.
Por ello busco romper las olas
y navegar más allá de la distancia.
Ser el viento que te acaricia a solas
y abrazarme a ti en la tempestad.
Te amo como la música,
te necesito en la existencia.
Eres poesía que genera ciencia
mi razón más real y única,
el saber que solo entiende el poeta.
Pero que obra el milagro
en el corazón de todo humano.
Eres mi ángel, mi verdad y esencia,
eres junto con tus sueños, perfecta.
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