Nocturno Secreto

jueves, 19 de enero de 2017

Deprimido

Hay un cántaro de lágrimas guardado de mi corazón en el hueco. Hay un charco de nostalgia, hay un mar, un océano. Hay en el templo de mi alma una estatua esculpida en tristeza de frío mármol. Hay un cristal, no un espejo, un cristal puro, cristalino y diáfano. Un transparente cristal empañado de mi soledad. Hay motas de polvo que ensucian la realidad por cada una de mis palabras. Hay telarañas en el trastero de mi cabeza tejiendo cada pensamiento, hilando mis recónditos recuerdos, enredando en maraña mi sumisa y esclava identidad. Hay un noctámbulo bebiendo de un río de melancolía, es un vagabundo que duerme junto al río debajo del puente que conecta con la alegría. Hay un hondo sopor en la nocturna atmósfera, en mis oscuras pupilas y en la vida que descansa envuelta en el negro manto de la negra muerte. Hay resistencia contra la negra muerte, dolor en la abierta cicatriz que se traga mi vida.

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