Nocturno Secreto

sábado, 2 de julio de 2016

Surrealismo

Qué bello demonio
dio a tus ojos brillar.
Qué noche de otoño
se te concedió amar.
Que con solo
tu perfume respirar,
aulló solitario el lobo
al alma henchida de llorar.

Mas ahora...
Cual viento en la tempestad.
siento como atesora
una fría condena
hiriendo al genio vivaz.
Qué lágrima se perdió en la arena
que secó no solo mi pena
sino también mi libertad.

Oh metáfora de sal
símil del taciturno soñar.
Pues vive monótono inmortal
por siempre ciego al fulgor del mar.

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