Te quiero, te amo, te necesito.
La vida es oxígeno sin aliento
desde que mi latir sin ti no
siento
y tus labios sin respirar recito.
Te adoro, te admiro y te deseo
tanto más cuanto más reo
del profundo y sensible eco
que en mi agitado corazón peco.
Peco por anhelarte
amor más allá de amarte.
Peco por llorar
tristeza de tu mar.
Por follar salvaje y suave
y por fin… poder respirarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario