La palabra es el cristal
que me disocia del ego.
Mi alma es la luz astral
que traspasa el saber ciego.
Mi vida es el latido
del eco del vacío.
Un cauce sin río
que no sigue un sentido.
La realidad es un sistema
más complejo que el universo
menos puro que un poema
tan profundo como un verso.
Pero...
Tu belleza es la lluvia
que empapa mis sentidos.
Inunda de felicidad el caudal
que en mis ojos diluvia
y sacia la sed de mis delirios.
Esencia que me funde real
y curas mi corazón herido.
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