Tal vez sea cierto... que del verbo amar
sólo aprendí el acto y no su significado,que regreso a la poesía incierta como al abismo,
pues soy feliz pero perdido conmigo mismo.
Deseo, deseo, deseo y deseo perdonarme en cada nuevo conflicto,
arroyar contra el mundo y su constructo sentido.
Escribir y entender que nací herido, crecí con costra en cada sentimiento
y ahora soy una máscara que siempre debió habitar dentro.
Tal vez sea cierto... que justicia no es verbo y sólo aprendo el acto.
Porque me arrimo al precipicio como a una hoja de afeitar sin filo.
Como un cobarde que aprendió que la filosofía es estar vivo y vivir sólo para la filosofía es carecer de estar vivo.
Y sin embargo, me enredo en cada conflicto.
Me deshago con lágrimas que resbalan por la cuerda de mi interior nudo.
Cobarde, valiente, impulsivo y prudente.
Apasionado desorden con voz pero en silencio aparente.
Este es un poema que no conoce su final
pero que entiende qué es la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario