Ha
vuelto el sentimiento de la poesía
a
pincelar palabras en mi alma;
y el
dibujo es el rostro de tu ser.
Confundo
la belleza con nuestra armonía,
porque
sólo contigo deseo arrastrar la piedra
y es
radiante esta belleza que me esclaviza
y contradice
mi perfecta filosofía.
Porque
si dios existe
volvería
a negar su existencia.
Pues
deseo la angustia a tu lado
a la
plenitud de un milagro.
Y soy un
hipócrita que se contradice,
un vulgar
enajenado que no se entiende.
Lucifer
anhelando el cielo,
pero
reinando en el infierno.
Lloraría
una eternidad la felicidad de ser presa de tu cuerpo,
y en una
sensación distinta al sentimiento, sentirme completo.
Quizás
porque amo el cielo y mi conciencia comprende lo perfecto;
pagaría el precio de mi vanidad reo de nuestro particular reino.
Y soy un
hipócrita y no comprendo la existencia,
por ello
busco la verdad, pero me encuentro siempre con esa idea
que me
ofrece la felicidad y que torna insignificante la sola esencia.
Deseo
verte más allá de sentirte cada noche
despertando
pleno cada día,
sentir el cariño de tus brazos otra vez.
Ha
vuelto el sentimiento de la poesía
a
pincelar palabras en mi alma;
y el
dibujo es nuestro cuerpo y un solo ser.
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