de reflejos de un pasado.
Memoria por un rayo de luna
que a mi corazón ha enfriado.
La noche se cuela en el día
y trae consigo insomnio y tristeza.
Mi identidad es un espejo de cobardía,
un ánimo que descansa en la pereza.
Despierto en el pantano de la desesperanza
bajo un sol con sombras y manchas.
Rayos de luz que me queman
sin nunca dorar mi alma.
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