Nocturno Secreto

jueves, 18 de enero de 2018

La Nada

Acongojado en el interior del llanto
anudo cada lágrima que asfixia mi alma.
El pesar del tiempo se desvanece en canto
y tan solo queda el nudo de la nada.
Recuerdo del misterio sin ala
enterrado bajo la lápida de espanto.
Estatua pálida de haz pasada
que resuena en el silencio sacro.
Estatua de verdad mutilada,
estatua de petrificado engaño.
Marca sin cruz pero con daño
la huella que profunda hirió
como un eterno silencioso pálpito.
De la huella la madurez erosionó
aquello que la muerte tornó prosaico.
El intelecto ordenó la lírica de antaño
y la pasión, del cáliz derramó el milagro.
Mas resuena, aún, el pálpito en mi latido,
la voz que mella el eco de mi corazón
y bombea terror gótico y ácido.
La misma nada que me ata al sentido,
el mismo dolor de olvido y vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario